La realidad aparente, Eugenia Navajas

Ficha 

Título: La Realidad aparente

Nº de páginas: 186

Género: fantasía, misterio

Autora: Eugenia Navajas

Editorial: Procompal Narrativa

Primera edición: Junio de 2016

¡Hola, lectores! ¿Cómo lleváis el día? Hoy os traigo la reseña de La realidad aparente, con esa portada tan bonita que veis en la foto. Se trata de una novela corta, de fácil lectura y de temática vampírica. Os dejo la sinopsis para que os situéis:

Sinopsis:
        Desde antaño, Sir Loren Schneider es soberano de su pueblo gracias a los bienes cosechados a través del juego sucio. Su hijo, Adrián Schneider, el cual tiene cualidades especiales, cambiará para siempre la vida de Florencia, su amiga de la infancia. Ella se adentrará en una realidad muy diferente, y se involucrará en el enfrentamiento entre dos clanes: los Schneider y La Guardia, motivo que además le obligará a desarrollar sus instintos y sus nuevas habilidades con la ayuda de Raphaelo. ¿Vencerá el amor o la razón?

          "Aparentemente existe una realidad que no coincide con la que se esconde dentro del ser. Es aquella que va más allá, que trasciende toda lógica comprensible: La Realidad Aparente".

       Como fan que siempre he sido de la saga Crepúsculo, siempre me pregunté por qué Meyer hacía ver el hecho de ser un vampiro como algo estupendo, mágico e idealista. En esta novela nos vamos a encontrar con una realidad del género bastante diferente, y es que la autora nos va a presentar el hecho de ser vampiro y poseer las cualidades que ello conlleva como un virus, una enfermedad contagiosa de la que se benefició la familia Schneider, a la que odié mucho ya en el prólogo, para lograr sus propósitos. 

Los fallos que le pude ver a la novela es que el prólogo para mi gusto está descrito de una forma un poco liosa, y hasta que no llegué a conocer a la protagonista, Florencia, me encontré un poco perdida en la historia. Me gustó después cuando fui reencontrándome por el camino con los personajes a los que no comprendía en el prólogo. Otra cosa que me gustó también fue, como podéis ver en la primera imagen, esas frases que incluyó la autora al principio de cada capítulo, haciéndonos reflexionar acerca de esa "realidad aparente" que envuelve a la gente y nos hace pensar que no todo es como parece. 

      La ambientación está bien planteada, y la relación entre los personajes está bien argumentada y no hay, a mi parecer, ninguna contradicción a lo largo de la historia. La novela está narrada en primera persona por la protagonista, y los capítulos son de corta extensión, ayudando a meter al lector con más facilidad en la trama. He simpatizado mucho con un personaje en concreto, con el doctor Raphaelo Coltelli; me ha parecido un personaje un poco cómico por la manera que tuvo de irrumpir en la vida de Florencia, y ese punto de humor en la trama me ha enganchado para seguir la historia con más ahínco. Por otro lado, la historia es original y le da una vuelta de tuerca a las historias de amor entre humanos y vampiros. Cuando pensábamos que uno de los personajes sería la pareja de Florencia, vemos de repente que se convierte en el malo y que la protagonista debe luchar contra él en el bando contrario. Las escenas del enfrentamiento entre los Schneider y La Guardia personalmente las hubiera detallado un poco más, pero en general es una novela que consiguió atraparme por su originalidad. 

       Aunque es una novela autoconclusiva, si lees el epílogo puedes darte cuenta de que da pie a una segunda parte aunque, según me dijo la autora, no te quedas a medias si sólo lees este primer libro, ya que la segunda parte estaría centrada en personajes secundarios de la novela. Esta segunda entrega, en principio, llevaría como título La Tregua de los Inmortales, y estaría narrada por otro personaje, de modo que la historia de Florencia termina aquí.

        Mi puntuación, como ya podéis haber visto en mi perfil de instagram, es 4/5 lunitas.

       En cuanto a la pregunta que me hizo la autora cuando me envió el libro, por supuesto soy del bando de La Guardia. 😍

Un saludo y como siempre, ¡nos leemos!