El museo de los espejos

Ficha técnica
Título: El museo de los espejos
Autor: Luis Montero Manglano

Editorial: Plaza&Janés (Penguin Random House)

Nº de páginas: 507

SINOPSIS

Un buen cuadro no es más que un espejo 

En el año del bicentenario del Museo del Prado, las celebraciones se ven drásticamente alteradas por una serie de violentos asesinatos que reproducen algunas de sus pinturas más famosas. Una copista aficionada y un estrafalario experto en simbología serán los únicos capaces de resolver los crímenes.

¡Hola! Hoy os traigo la reseña de El museo de los espejos, un thriller histórico bastante diferente a lo que suelo leer, pero me ha gustado bastante. 

La historia comienza con un capítulo "cero", donde se relatan unos hechos que tienen lugar en la primera construcción de lo que es hoy en día el Museo del Prado, en 1819. Esta especie de prólogo, aunque en un principio no entendemos del todo su importancia, hacia la mitad de la novela en adelante podremos ver la conexión entre el pasado y el presente. 

En el presente, se nos dan a conocer una serie de personajes como son Judith O' Donell, Petru, Isabel Larrau, Charli, Fabiola, entre otros. En el Museo del Prado, por el año del bicentenario, se celebra una competición de copistas, en la cual el ganador podrá obtener una beca para dedicarse al arte profesionalmente. Judith tiene un taller de pintura donde hace cuadros por encargo, pero no le da para vivir todo lo que le gustaría, apenas le da para mantenerse en ese piso minúsculo en el que se aloja, por lo que ganar esa competición es muy importante para ella. A medida que vamos avanzando en la lectura, vemos que un misterioso personaje enmascarado va dejando invitaciones a cada uno de los participantes para una extraña ópera que se celebrará dentro del museo. Pronto empezarán a ocurrir asesinatos y muertes de lo más escalofriantes y con escenarios muy peculiares: cada asesinato representa uno de los cuadros que están copiando cada uno de los copistas participantes. 

No os contaré mucho más de la trama para no destripar nada más allá de lo necesario. 

En primer lugar me gustaría hablar de la pluma del autor, que es lo que más me ha gustado del libro, y lo que ha hecho que, a pesar de no ser mi estilo, lo haya disfrutado. El autor escribe de una manera muy amena y directa, me gusta que ha ido al grano con todo lo que quería transmitir y no le ha dado vueltas a cada dato o interpretación de cada cuadro que los personajes hacían, los datos y las explicaciones han sido detallados pero sin caer en el exceso, y sobre todo directas y sin relleno. 

El carácter de los personajes también ha influido en gran medida a que la lectura me intrigase y atrajese mi atención durante la lectura. Mi favorito ha sido Guillermo, un personaje peculiar, raro, pintoresco... con un carácter a medio camino entre la picardía y la inocencia. Ha sido un personaje bastante profundo y enigmático a mi parecer, coherente y muy bien perfilado psicológicamente. Mi otra favorita ha sido Judith, pese a que al principio no empaticé con ella ni terminaba de ponerme en su piel, poco a poco su carácter tan natural y humano me ha ido conquistando. Es una mujer incrédula con todo lo que tenga que ver con lo paranormal o se salga de lo cotidiano o habitual, amable pero también celosa de su intimidad y reacia a conocer de manera más cercana a quien intenta entablar cualquier tipo de relación con ella, esa es la impresión que me ha transmitido. Los personajes secundarios en gran medida sostienen la trama y hacen que todas las piezas del puzle encajen al final del rompecabezas para poder encontrar al asesino, pero me ha faltado algo más de profundidad en algunos secundarios que hubieran dado mucho juego en alguna subtrama que el autor no explotó lo necesario, en mi opinión. 

La ambientación ha estado muy bien, creo que el autor profundiza muy bien en los escenarios y sabe darle la atmósfera que el lector necesita en cada momento y en las escenas más tensas. En algunas escenas se me han puesto los pelos de punta y he leído con una sensación de angustia que pocos thrillers me provocan. 

La narración es en tercera persona del tiempo pasado, desde el punto de vista de los diferentes personajes; un narrador omnisciente, por lo que es indiferente la construcción de capítulos, cada personaje habla indistintamente en cada capítulo, y aunque esto pueda parecer un handicap, la verdad es que ha servido para que no haya podido profundizar en ningún personaje secundario y todos me parecieran sospechosos, aunque algunas cosas pude intuirlas. No considero que sea un thriller predecible en ningún momento, ya que aunque me hice teorías y percibí algunas pistas por parte del autor, no fui capaz de desentrañar la identidad del asesino. Además, el trabajo de documentación que ha debido de hacer el autor me parece admirable, no he contrastado los datos, pero según la nota al final del libro, el autor nos cuenta que todos los datos e interpretaciones de los cuadros que se nombran en la historia son reales. Aún a pesar de que el autor va al grano con los datos y simbología que explica durante la historia, algunos capítulos han llegado a hacérseme pesados y me ralentizaron un poco al leer, pero esto es quizá un aspecto que me afecta a mí porque el género no es lo que suelo leer y me contrarrestó, pero si os gustan los libros del estilo del autor Dan Brown, El código Da Vinci, entre otros, este libro lo vais a disfrutar muchísimo, el conjunto de la obra, la originalidad y la trama ideada me han encantado.

En definitiva, El museo de los espejos es un thriller histórico con datos de simbología y arte muy interesantes, personajes con un perfil psicológico marcado y coherente, y una trama con mucha intriga, muchas muertes y suspense en muchas de las escenas más señaladas. Mucho ritmo e intriga que hace que la historia no decaiga, a pesar de que algunos capítulos se me hayan hecho un poco más lentos. Si tengo oportunidad en el futuro me gustaría volver a leer al autor. 

Mi puntuación

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4/5