El fin de la soledad

Ficha técnica
Título: El fin de la soledad
Autor: Benedict Wells
Editorial: Malpaso
Nº de páginas: 283

SINOPSIS

La idílica infancia de Marty, Liz y Jules estalla en pedazos cuando sus padres mueren en un accidente de tráfico. Los tres son enviados a un sombrío internado público donde cada uno construirá su propio destino. Mientras sus hermanos se refugian en el éxito profesional o paraísos artificiales, Jules, el narrador, se cierra al mundo para convertirse en un joven ensimismado que busca el consuelo de la ensoñación literaria. Pero su búsqueda también lo acerca a Alva, una misteriosa compañera de estudios con quien forja un vínculo lleno de secretos e inesperadas confesiones. Solo años después tomará conciencia de lo mucho que ella le ocultaba. Envuelto por esta tupida red de lazos y emociones, cautivado por el aliento humano de los personajes, el lector descubrirá los caminos que conducen al fin de la soledad. 

¡Buenas tardes, gentecilla! Hoy os traigo la reseña de un libro que leí hace unas semanas y que se merecía esta reseña mucho antes, pues ha sido todo un descubrimiento para mí y las emociones que me provocó fueron grandes. No hace falta decir que me ha gustado mucho. 

La historia comienza cuando el narrador, Jules, se dispone a narrar al lector la historia de su familia desde la niñez, pasando por ese suceso trágico que marcó su infancia y la de sus hermanos. Jules, Marty y Liz son unos niños felices, que disfrutan de la vida que les proporcionan sus padres, Stéphane Moreau y su madre (de quien no se dice el nombre). 

"¿Qué es lo que hace que la vida sea como es?

Cuando Jules tenía siete años se fueron de vacaciones al sur de Francia, pues su padre nació en Berdillac, un pueblo cercano a Montpellier: fueron a visitar a su abuela. 

"El edificio resultaba algo inquietante: la fachada estaba cubierta de hiedra y el techo algo hendido. Olía a pasado". 

Después de esa visita, llegaron las navidades; las últimas navidades que pasarían en familia, pues a la vuelta un fatal accidente cambiaría sus vidas para siempre. 

"Parecía que algunas familias vivían protegidas por el destino mientras que otras, en cambio, atraían hacia sí todos los males. Y aquella noche, en la cama, me pregunté si la mía sería una de esas". 

"Un rato después, nos pusimos a decorar juntos el salón de la tía. En la radio sonaban chansons francesas y por unos instantes todo fue como antes, solo que con dos personas menos. 

Sí, todo era como antes, solo que nada era como antes". 

No puedo contaros más del libro, puesto que lo importante del libro viene tras este suceso trágico. Es una lectura muy pausada, llena de sentimiento, para leer cuando sientas que estás en una mala situación, o cuando necesitas saber cómo lograr salir de la oscuridad y de la soledad, aunque estés rodeado de gente, no es algo anómalo sentir soledad. Jules es un chico peculiar; vivió una infancia alocada y fue un niño temerario, valiente y con iniciativa. Tras el brutal suceso que cambió su vida y la de sus hermanos, Jules ya no es el mismo: se ha convertido en un chico solitario, metido por completo en sí mismo, ya no sabe si echa de menos su pasado, o si sus recuerdos son tan borrosos que no consiguen hacerle sentir ni pena por lo que un día tuvo. 

"No puedo dejar de pensar que ya nunca volveré a mirar hacia mi querido patio, pero no siento nada; ni siquiera que mi infancia ya es pasado". 

El libro está dividido por épocas, por fechas en las que pasó algo importante en la vida de Jules, Marty y Liz. Hay una evolución constante en sus vidas y en sus formas de ver la vida. Comienza contándose la historia en 1980, dando saltos en el tiempo a medida que nos relata la historia de sus vidas, a veces saltándose tres años, a veces contando años seguidos dependiendo de la importancia que tuviesen los acontecimientos. La historia llega hasta la actualidad en que Jules está narrándola, hasta 2014. 

La pluma del autor me ha encantado, goza de una ternura infinita a la hora de contar la historia. No abusa de las descripciones ni de los diálogos; hay un perfecto equilibrio entre narración y diálogo. Los personajes me han encantado, todos están bien perfilados y la evolución que se ve en ellos a medida que crecen es brutal; el autor ha sabido plasmar muy bien los sentimientos en ellos, tanto que me he sentido Jules en algunas ocasiones, como si la historia que se estaba narrando fuese la mía. 

"Había gritado hacia el pasado, pero no había obtenido ningún eco".

"En casa me esperaba el silencio, el sonido más recurrente desde hacía años. Pero qué tediosa me resultaba esta solitaria existencia, esta incapacidad para compartir mi vida con alguien, esta tendencia a soñarlo todo, pero no vivir realmente nada". 

"No podemos hacer que el tiempo vaya hacia atrás".

La ambientación también me ha gustado, me he metido bastante en la historia, aunque en ocasiones se ralentizaba un poco la lectura saber por cuantos sitios pasaban los chicos, primero las vacaciones, luego el internado al que van, luego los diferentes sitios del internado, etc. 

"Para cambiar de tema, mi hermano me habló de su novia, Elena, a la que había conocido en la universidad. Cuando le pregunté si la amaba, Marty hizo un gesto con las manos.

-El amor- dijo -, es un concepto absurdo y literario. El amor no es más que un conjunto de reacciones químicas". 

Otro de los aspectos que me han gustado del libro es cómo el autor introduce de manera sutil y delicada la literatura en la historia, cómo hace que los personajes transmitan al lector ese amor que sienten por la literatura, por leer y escribir. Yo, que amo tanto la literatura, no he podido evitar sentirme muy identificada con algunos personajes que aparecen, en especial con Alva, la compañera de clase de Jules y que será tan importante en su vida. 

"A veces me estiraba junto a ella e intentaba soplar en su libro para pasarle las hojas. Eso siempre la hacía reír, hasta que un día reaccionó mal y sujetó el libro con las dos manos. Por lo visto, acababa de morir su personaje favorito. Entonces vi que estaba llorando. No había sido mi intención molestarla y tampoco podía hacer nada para fingir que no estaba compartiendo aquel momento íntimo con ella. Miré su cara enrojecida y comprendí cuánto amaba Alva la literatura. Mucho más que cualquier persona que yo conociera. Y el hecho de tenerla a mi lado, tan conmovida por una historia que acababa de leer, me conmovió a mí también. Habría querido cogerla en los brazos y protegerla, tanto de sí misma como de todas las cosas de las que nunca me hablaba". 

Este fragmento ha sido uno de los que más me han calado en el corazón, y en general todo el libro ha sido una delicia. La pluma del autor tiene una belleza que no había leído antes. Es curioso cómo un libro llega a las manos de un lector sin esperarlo: la editorial me mandó este libro por sorpresa, o por equivocación. Decidí quedarme con él porque me picó la curiosidad, y el descubrimiento que hice ha sido precioso. Es un libro que no habría escogido por mí misma, ya que la sinopsis tampoco dice mucho ni supone gran atractivo para el que la lee. Os animo a que le deis una oportunidad, es una historia que merece la pena leer. 

En resumen, El fin de la soledad es un libro con una edición preciosa (tapa dura, páginas rojas...), y una historia conmovedora en su interior, que nos habla de la soledad, de lo triste que es estar solo, sentirse solo, y la felicidad que supone por fin dejar de estarlo, tanto con el mundo exterior como con nuestro mundo interior. 

Mi puntuación

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4'5/5