Todo lo que nunca fuimos

Ficha técnica
Título: Todo lo que nunca fuimos
Bilogía #DejaQueOcurra
Autora: Alice Kellen
Editorial: Planeta
Nº de páginas: 346

SINOPSIS

Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni que toda su vida está a punto de cambiar. Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel. Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles. Porque a veces basta un "deja que ocurra" para tenerlo todo. 

 ¡Hola! Hoy os traigo mi opinión de Todo lo que nunca fuimos, la primera parte de la nueva bilogía de Alice Kellen, Deja que ocurra. Ha sido una historia que he disfrutado muchísimo, me he emocionado con todo lo que ocurre, y con la mejor banda sonora que puede tener un libro: Los Beatles. 

Conocemos a Leah, una chica que está pasando por un momento de su vida muy complicado después de haber tenido un accidente de coche en donde murieron sus padres. Oliver, su hermano, ya no sabe qué hacer para recuperar a su hermana, aquella chica alegre, espontánea y llena de pintura que era antes. Cuando destinan a su hermano Oliver a Sidney para trabajar, este se ve obligado a pedirle un gran favor a su mejor amigo, Axel, para que cuide de su hermana en su ausencia, temiendo dejarla sola en el estado de depresión en el que se encuentra. 

Comienza así una convivencia entre Axel y Leah que no será nada fácil de llevar, y que traerá consecuencias que se llevarán todo por delante como un huracán, para bien o para mal. Leah se limita a respirar un día tras otro, esconde sus sentimientos, no quiere ver a la otra gente siendo feliz, no quiere sentir emociones de ningún tipo, pero hay un detalle que aun conserva de su vida anterior: lleva su Ipod lleno de canciones de Los Beatles a todas partes. Solo hay una canción que no es capaz de escuchar, que siempre se salta cuando empiezan a sonar los primeros acordes. El motivo por el que es la única canción que no es capaz de escuchar, me ha parecido demasiado triste. Especialmente una escena en la que esta canción es la protagonista. 

La pluma de Alice me sigue maravillando a cada nuevo libro que leo suyo, me encanta su pluma mágica, poética y cercana, que es capaz de convertir una historia sencilla en algo bonito, lleno de sentimiento y de reflexiones sobre la vida. La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Axel y también de Leah, capítulo a capítulo. Esto, como siempre, me encanta encontrarlo en historias de este tipo, para poder conocer en profundidad el carácter, las motivaciones y los pensamientos de los dos protagonistas. Ambos me han encantado, pero si me tengo que quedar con uno, me quedo sin dudarlo con Leah: por su valentía, sus miedos, su espíritu quebrado pero fuerte pese a todo, por su forma de ser calmada, que trasmite paz y desnudez. Me ha encantando el amor al arte que ha plasmado la autora en su personaje, además de la metáfora ligada a él: puede que cuando todo en la vida está oscuro, triste y parece no tener salida, predominan los grises y negros; cuando recuperamos la risa, la diversión y las ganas de vivir, todo alrededor es una explosión de colores. A pesar de que el color nos produzca rechazo a causa de una mala experiencia, nunca debemos dejar de pintar, aunque lo hagamos en matices grises. 

La ambientación se desarrolla en Byron Bay, una ciudad costera de Australia. Entre palmeras, olas, surf, noches estrelladas y brisa marina se desarrolla esta historia de amor y de superación, de música y de colores. Me he sentido transportada a ese ambiente de playa, risas y sueños truncados. Me ha gustado muchísimo también la forma en cómo la autora ha tratado el tema de la muerte, sin ningún tipo de tapujo, remordimientos y con una delicadeza admirable. Leah es un personaje que representa muy bien la superación, los traumas, el dolor y la angustia que se siente cuando perdemos a quien amamos. 

Otra cosa que he amado muchísimo del libro, como ya podréis haber adivinado si me conocéis, es la música o banda sonora que conocemos a través de esta historia, y es la música de Los Beatles. Nunca había escuchado su música más allá de la mítica canción del submarino amarillo. Y no sabéis como le agradezco a la autora que haya despertado esa curiosidad en mí, porque ahora no puedo dejar de escuchar su música. Además, cada vez que la escucho, me siento en Byron Bay y me emociono al pensar en su historia y en todo lo que dejamos de sentir cuando permitimos que el dolor nos engulla. 

No ha superado a El día que dejó de nevar en Alaska, pero teniendo en cuenta que es una primera parte, estoy casi convencida de que la segunda parte de la bilogía se va a convertir en mi libro favorito de Alice Kellen. 

En definitiva, Todo lo que nunca fuimos es una historia de música, de arte, de dolor, de superación, de vivir al máximo el presente y cerrar los ojos para disfrutar las pequeñas cosas de la vida. Me han encantado los personajes, la trama, la belleza de la pluma de la autora y la ambientación de agua y sal, brisa marina y libertad. 

"Con el paso del tiempo me vi más clara, me quité el chubasquero y, aunque las heridas todavía dolían, dejé que fuesen curándose al aire libre. Llegó él, el amor tirando de ese hilo invisible que había vuelto a remover sentimientos que pensaba que ya no existían".

"De haberme preguntado tiempo atrás, hubiese respondido que yo era fuerte, que afrontaría el proceso de duelo dentro de la normalidad, que ni por asomo llegaría a convertirme en un fantasma que apenas hablaba y se paseaba de un lado a otro con los auriculares puestos y viendo el mundo en blanco y negro. 

Pero a veces nos equivocamos. Nos caemos.

A veces no nos conocemos tanto como creemos". 

"Pero, cielo, escúchame, ¿sabes qué es lo más triste de no hacer algo por cobardía? Que, con el paso del tiempo, cuando pienses en ello solo podrás pedirte perdón a ti misma por no haberte atrevido a ser valiente. Y reconciliarse con uno mismo a veces es más complicado que hacerlo con los demás".

Mi puntuación

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5/5